El Gobierno mexicano prevé que este año impacten en el país entre tres y cinco ciclones tropicales, de un total de 27 que se formarán en aguas del Pacífico y el Atlántico en una temporada atípica porque se adelantó y puede coincidir con el fenómeno de El Niño.
El titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Roberto Ramírez de la Parra, dijo que el pronóstico de 27 ciclones equivale a uno menos que el promedio histórico.
En el Pacífico se esperan 16 ciclones; seis tormentas, cuatro huracanes categoría 1 o 2 en la escala Saffir-Simpson y seis nivel 3 o superior, detalló.
En el Atlántico se pronostican 11 ciclones; siete tormentas tropicales, dos huracanes en categoría 1 o 2 y dos más nivel 3 o superior.
"Se espera que impacten en el territorio nacional de forma directa entre tres y cinco ciclones", destacó el titular de la Conagua.
Ramírez de la Parra apuntó que este 2017 se espera algo atípico.
En primer lugar, se adelantó la temporada de ciclones tropicales "por ambos lados".
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En el Atlántico empezó el período en abril con el nacimiento de Arlene, y en la cuenca del Pacífico surgió Adrián seis días antes del inicio formal de la temporada, que arranca el 15 de mayo y finaliza el 30 de noviembre.
Es el inicio "más temprano de la historia desde que se tiene registro en este Océano Pacífico", destacó.
Además, hay un 50% de probabilidades de que se vuelva a presentar el fenómeno meteorológico de El Niño en otoño del 2017.
"Sería un evento extraordinario que nunca antes se había presentado y podría aportar incremento en la intensidad de los ciclones", señaló.
Adicionalmente, el funcionario alertó que en estos primeros cuatro meses del año las precipitaciones fueron un 29 % por debajo del promedio, aunque en los próximos meses se espera que recuperen la normalidad.
El país, agregó, tiene un superávit de litros cúbicos equivalente al suministro de dos años completos de agua en zonas urbanas y dos ciclos agrícolas.
"Como cada año, esta temporada trae riesgo de daños materiales y lamentablemente riesgos de pérdidas humanas, y hoy sabemos que una población mejor informada, organizada y preparada siempre será menos vulnerable", indicó el presidente Enrique Peña Nieto.
Al hablar de esta temporada de ciclones, recordó que la "fuerza de la naturaleza" es imprevisible e inevitable, y por ello se ha de ser previsor.
"No tenemos que vivir cautivos ante el embate de la naturaleza, pero tampoco dejar de ser cautos", agregó.
En este sentido, enumeró acciones concretas para la protección de la ciudadanía, como la mejora del atlas nacional de riesgo, del sistema de alertas o de la red sísmica.
Todo ello en aras de construir una sociedad "más resiliente" ante los desastres naturales, capaz de actuar con rapidez y hacer una evaluación rápida para aprender de cada fenómeno meteorológico.
Ramírez de la Parra destacó la necesidad de "estar preparados para efectos asociados a ciclones tropicales, sin importar la categoría a la que lleguen".
Puso como ejemplo el fenómeno tropical Earl, que si bien impactó en el los estados de Veracruz (este) y Puebla (centro) en agosto del pasado año muy debilitado, dejó más de 50 muertos, pues sus fuertes lluvias provocaron derrumbes en varios poblados.
El titular de la Conagua explicó que el 2016 fue también un año particular a nivel mundial.
A inicios del pasado año tuvo lugar el fenómeno de El Niño y unos meses después se dio el de La Niña. Además, fue el más cálido de la historia, con 1,5 grados más que el promedio histórico, apuntó.
Se registraron 15 sistemas con nombre en el Atlántico y 21 en el Pacífico. "Dieciocho de ellos llegaron a categoría de huracán" y seis ciclones impactaron en territorio nacional.